27
Ago

Canarias y Venezuela, unidas también por el arte

El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de Gran Canaria ha unido, gracias a la obra artística del venezolano afincado en Berlín Marco Montiel-Soto, dos territorios separados por 5.700 kilómetros de distancia: Venezuela y Canarias. Y esto es posible gracias a la exposición “Mal de mar hacia un triste trópico: notas sobre la otra isla”, un proyecto que se puede contemplar hasta el próximo 20 de octubre en el espacio CAAM-San Antonio Abad, del Cabildo de Gran Canaria. La entrada, además, es libre y gratuita.

Instalación de la exposición del CAAM.

La exposición, comisariada por Lidia Gil Calvo, propone una reflexión sobre la conexión entre Canarias y Venezuela, unidos entre sí por una tradición histórica vinculada a movimientos migratorios en ambas direcciones, y que también se conocen a partir de los primeros viajes de Colón hacia tierras suramericanas, que fueron impulsados por los avances en el arte de navegar, los vientos alisios y las corrientes del Atlántico que facilitan ese vínculo.

Emigrantes en las dos direcciones

Hay que recordar que Canarias vivió, tras la Guerra Civil española, un fenómeno de emigración clandestina masiva hacia Venezuela, coincidiendo con su auge económico derivado del petróleo. Pero aquel flujo migratorio se ha invertido desde finales del siglo XX debido a la delicada situación económica y social por la que atraviesa el país caribeño. Y se da el caso paradójico de que muchos descendientes de las familias que emigraron a Venezuela en busca de un futuro mejor regresan ahora al archipiélago ante la imposibilidad de mantener allí una vida digna.

Detalle de «El comandante y la india Tibizay».

Así que, desde su particular universo creativo, Marco Montiel-Soto presenta Venezuela a través de una selección de obras creadas con estructuras fabricadas y objetos encontrados, simbólicos, intervenidos. En palabras de la comisaria Lidia Gil Calvo, las creaciones de Montiel-Soto «muestran la complejidad de la historia y en qué medida afecta a los pueblos y su cultura».

“Conectando con los trabajos de campo de la arqueología y la antropología, utiliza material recolectado en el lugar, impregnado de vida, como periódicos, monedas, postales, fotografías antiguas, libros, grabaciones de audio y vídeo, y lo transforma artísticamente para cargarlo de contenido crítico y reflexivo”, apunta la comisaria.

Dos viajes a Canarias

El proyecto de Marcos Montiel-Soto tiene su punto de partida en dos viajes que el artista venezolano realizó al archipiélago canario “buscando cierto imaginario de su país de origen, inspirado por las expediciones científicas de los exploradores decimonónicos”.

Fotograma del vídeo «Tratado de maracas».

Por eso, las propuestas artísticas de Montiel-Soto nos introducen también en el legado canario que viajó a América, «recordando ese mal de mar metafórico de las duras travesías que varios miles de emigrantes realizaron en los «veleros fantasmas» hacia el sueño de la que, hasta hace poco, fue considerada como la octava isla”.

Rutas imaginarias

Marco Montiel-Soto (Maracaibo, Venezuela, 1976) vive y trabaja en Berlín. Realizó su formación sobre arte sonoro en Berlín y anteriormente sobre fotografía, en su país natal. Como viajero y migrante, se encuentra de forma constante “viajando de regreso” en unas expediciones, en las que “la ruta se vuelve imaginaria y el tiempo de viaje es elástico”.

Su trabajo artístico explora las intersecciones entre territorios políticos y poéticos, patria, tradiciones, economía, arqueología, religión, mitos, muerte, cosmos y caos.

82 piezas llegadas de Berlín

«Bandera de luto».

La exposición del CAAM se articula a través de 82 obras del artista, procedentes, en su mayoría, de su estudio de Berlín, que se complementan con piezas creadas por distintos autores, pertenecientes a las colecciones de la Casa de Colón y de Casa África.

Mal de mar hacia un triste trópico es una producción del CAAM, inscrita en el concepto global que orienta este centro de arte, la tricontinentalidad, y su compromiso de promover proyectos sobre la temática del mestizaje cultural atlántico, en el que Canarias se sitúa como espacio de cruce de culturas entre tres continentes.