10
Dic

Hasta el Infinito… y más allá

 

Hacia ese infinito camina esta revista que se hace llamar la Trastienda Infinita. Que suma y sigue números. Que suma y sigue colaboradores de un perfil tan amplio que es difícil que no enganche. Desde la locura 360º de uno de sus inspiradores Fran Leal a los fogones de Espía en la cocina, pasando por la palabra descubierta de Dani Yebra o la magia de Manu Calavero.

Suma y sigue números porque sí, porque un día decidieron juntar algo más que vocablos y fotos en eso que llaman Trastienda. A saber, trastienda, “parte trasera de una tienda, que queda oculta al cliente y reservada al dependiente, donde generalmente se guarda el género que no está expuesto”.

Y esa trastienda, lo dice su nombre, es infinita. Han contado mucho, pero queda largo por decir. Y apostando a caballo ganador, seguro que muy bueno.

De nada hacen mucho; de algo hacen todo, como lo demuestran en su último  número que nos lleva a Japón o a reflexionar sobre el Ajoblanco. Plato de pobres dice Dani Yebra como lo era el bacalao o la casquería, ahora reconvertida y deconstruida en fogones y elevada a la categoría noble con precios que ahuyentan. Y Yebra habla del ajoblanco con gambas; y yo reivindico con la misma sencillez la cabeza de cordero o manitas de cerdo.  Pero trastienda tiene una segunda acepción: «Cautela advertida y reflexiva en el modo de proceder o en el gobierno de las cosas».

Cautela y reflexión. Es la virtud del periodista: habilidad para decir pero, es el caso, sin engaños ni maldad. Eso sí, siempre con un as guardado debajo de la manga. Para no dejar de sorprender, como lo hacen en cada número con su maquetación y sus fotos. T de todo. I de Infinita.

El Número 11 acaba de salir y el 12, me consta, ya está en camino. A quienes hacen posible esta libertad pensante, a su medio centenar de locos autores… Gracias infinitas desde Ida y Vuelta Comunicación.

 

 

Más información

Nº 11 Trastienda Infinita

Espía en la cocina