El nombre de Grazalema está vinculado sin remedio a la meteorología, porque es en este bellísimo pueblo de la serranía gaditana donde más llueve de toda la península. Este dato –2.200 litros anuales por metro cuadrado– infunde carácter y personalidad a la zona, pero también es la causa de que su entorno sea tan espectacular y frondoso y custodie uno de los parajes más impresionantes de la Andalucía interior.