18
Dic

Almendra, el mejor regalo

Marga Biyang

¿Os imagináis no poder expresar lo que sentimos? ¿Vivir sin emocionarnos? Eso es lo que le sucede al protagonista de Almendra, Yunjae, un joven de 16 años que desde muy pequeño es diagnosticado con una extraña enfermedad que se se conoce con el nombre alexitimia, o lo que es lo mismo, la incapacidad de identificar y mostrar las emociones. Yunjae no percibe lo que es el amor, el miedo, la felicidad o la tristeza, por ejemplo.

Esta peculiaridad le lleva a tener que enfrentarse a situaciones complejas en su vida diaria y especialmente en el colegio, donde sus compañeros piensan que es un bicho raro y se convierte en objeto de burlas. Su madre, para hacérselo más fácil, le enseña a identificar las emociones de los demás y a fingir los estados de ánimo mediante frases que escribe por toda la casa:

El otro sonríe→sonríe del mismo modo, le escribe.

Se acerca una persona →hazte a un lado para no chocarte, es otra.

También su abuela, con quien la madre retoma el contacto tras años de silencio, ayuda en lo que puede en esta labor. De este modo, Yunjae aprende a identificar cómo tiene que reaccionar en cada momento para que su vida resulte más fácil.

Sin embargo, todo se derrumba cuando sucede un hecho inesperado. Yunjae se queda sólo en un mundo extraño para él y tendrá que seguir adelante sin que nadie le entienda. Por suerte, se cruzarán en su camino diferentes personajes que le ayudarán a entender las emociones sin necesidad de interpretarlas. El doctor Shim, un panadero amigo de su madre que hará las veces de padre, y que le enseñará qué es la bondad; Goni, un compañero de clase que le hace la vida imposible, pero con quien descubre que las apariencias no siempre son lo que parecen; o Dora, la atleta que no prejuzga y con la que entabla una bonita amistad.

Esta es la premisa de Almendra, una novela de la escritora y directora de cine coreana Won-Pyung Sohn, y su mayor éxito comercial hasta el momento. Con unos personajes entrañables y una trama llena de enseñanzas, Almendra consigue acaparar nuestra atención desde el primer momento.

Estilo, estructura, personajes principales

La autora nos presenta la historia a través de un estilo sencillo, alejado de florituras y subterfugios poéticos, que desgrana a un ritmo pausado y que divide en cuatro partes mediante capítulos cortos. Won-Pyung nos va introduciendo poco a poco en la vida del protagonista e iremos conociendo su personalidad, y cómo afecta a su vida su condición. Además, al estar narrada en primera persona, resulta aún más fácil empatizar con el personaje.

Es curioso cómo una persona incapaz de sentir nos atrapa y nos convierte en receptores de todo lo que él vive. Estamos ante un ser tierno y bondadoso, que no tiene maldad alguna y que si hiere a alguien es sin pretenderlo. Con él crecemos, aprendemos y nos equivocamos. Sus imperfecciones se hacen nuestras.

A lo largo de la lectura, veremos una evolución de los personajes, especialmente de Yunjae. Desde un primer momento, su madre insiste en que no debe llamar la atención y que debe adaptarse para poder encajar en el mundo que le rodea. Con el tiempo, aprenderá que los demás deben aceptarte tal y como eres. Lo mismo sucede con Goni, un sujeto aparentemente duro, pero que detrás de esa coraza se esconde un joven sensible, lleno de miedos e inseguridades.

En definitiva, una conmovedora historia sobre el respeto a los demás, las segundas oportunidades y la importancia de aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos.

Almendra. (Traducción de Sunme Yoon) de Editorial Planeta