21
May

Silvia Japkin pone a dialogar la literatura con el arte

 

Silvia Japkin es una artista que bebe de la literatura. Lo mismo rescata, para sus obras, fotografías de escritores de primera fila que utiliza fragmentos de novelas o poemas para articular su propio mensaje. Y es que la palabra, ésa que va tejiendo y articulando los textos literarios, ha ido moldeando también su biografía, por lo que ahora le quiere rendir un homenaje muy particular con sus esculturas y obras sobre papel.

Natural de Tandil, Argentina, Silvia Japkin va a inaugurar en Madrid, el próximo domingo 27 de mayo, a las 12 horas, una exposición con una selección de su trabajo en la Librería La Lumbre (Calle Granada, 48). La muestra, realizada bajo la supervisión de la Agencia Literaria Ángeles Martín, estará abierta al público desde el 28 de mayo hasta el 10 de junio, coincidiendo con la celebración de la Feria del Libro del Parque del Retiro.

De la serie «Ways of Reading».

“La literatura fue mi aliada en los avatares de la vida, me acompañó en el exilio, en mis sueños, en las alegrías y en las tristezas y cada noche, desde siempre, está a mi lado. Me enamoré de la fuerza que transmiten los versos, de las ideas y pensamientos concentrados, como haikus, en esas pocas líneas que expresan un mundo”, afirma Silvia Japkin, quien pretende con sus trabajos artísticos cerrar el círculo y devolver el alma o el rostro de los escritores al papel, para así cerrar el círculo entre los pliegues del tiempo.

Formada en Israel en la disciplina de arte textil, el nombre de Silvia Japkin se ha incorporado a numerosas exposiciones internacionales. Desde 1982 ha expuesto su obra en Argentina, España, Israel, Polonia, Canadá, Nueva York, además del Instituto Cervantes de Tel-Aviv o la Nau Ivanow, un espacio multidisciplinar barcelonés, del que es asidua, ya que la residencia habitual de la escultora es la ciudad condal.

«De la De a la Re-Construcción».

Durante muchos años, Silvia Japkin ha realizado acuarelas y telas pintadas sobre seda. También ha firmado láminas de madera en las que inserta las mejores citas literarias de sus escritores preferidos. Y algunas de sus obras se han hecho tridimensionales y esféricas, y su superficie se modifica mediante la manipulación de imágenes fotográficas. Tiene mucho de poeta esta artista que es capaz de plisar el alma del que las contemplar y mostrar mil pliegues y hendiduras para transmitir el significado de una palabra, o su reflejo, o su imagen.

Algunas de sus series más conocidas están presentes en esta exposición. Una de ellas es “Ella y su sombra”, en la que enfrenta retazos de la naturaleza junto a espacios más ocultos, con lo que trata de sugerir la dualidad de este mundo del que los seres humanos somos un reflejo. La serie “Seeds of Space” está integrada por esculturas esféricas, sujetas a un trípode, que se suspenden en la pared y que a menudo levitan. En “Ways of Reading” y en “De la De a la Re-Construcción”, incluye obras singulares realizadas en pergaminos como si fueran abstracciones de libros que retan el paso del tiempo y lo dibujan. Hay algo que tienen en común todas sus obras y es la voluntad de la autora de dar una nueva existencia a la literatura.

Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, dedica unas palabras a esta artista que siente devoción por Kafka: “Enseguida sintonicé con la poética de Silvia Japkin, con sus criaturas del aire, con sus espacios construidos en base a apresar ese aire entre tiras de papel paralelas que contienen, previamente trabajados con una tipografía estallada, versos de autores argentinos (Oliverio Girondo, Alejandra Pizarnik, Perla Rotzait, Alicia Melo…) y españoles (Miguel Hernández, Álvaro Pombo, Jesús Urceloy y yo mismo). Me cayeron bien esas leves criaturas esféricas, mitad globos terráqueos y mitad caracolas marinas. Posadas sobre sus frágiles tres patas metálicas”.

Asimismo, la escritora María Tena también se ha interesado en el trabajo de Silvia Japkin y confiesa: “Me fascinan esos Seed of space (Semilla de espacio) por lo literarios que son, esos juegos mágicos entre espacio y tiempo, entre belleza y verdad, entre forma y palabra. Y es emocionante comprobar que, en la concepción de estas creaciones tan bellas e insólitas, utilice siempre el papel, la misma materia sobre las que están hechos los árboles y los libros”.