21
Ago

El impactante universo artístico de Joana Vasconcelos

El Museo Guggenheim de Bilbao se rinde ante las espectaculares y sorprendentes propuestas de Joana Vasconcelos (1971), una de las artistas portuguesas con mayor proyección internacional, que explora el universo femenino y la sociedad de consumo para mostrar una visión crítica y humorística de las contradicciones del mundo en el que vivimos.

Hasta el 11 de noviembre, se puede contemplar la exposición “Soy tu espejo”, una selección de 30 piezas realizadas desde 1977 hasta hoy. Son imágenes sorprendentes y festivas que lo mismo se elaboran con electrodomésticos, azulejos o telas que con botellas, medicinas, hilos, viejos teléfonos, coches o cubiertos de plástico. Nada le es ajeno. Todo le sirve a esta artista para abordar temas sociopolíticos que van desde la inmigración hasta la violencia de género. Siempre con una lectura abierta, nunca dogmática.

La identidad femenina

La exposición se abre con algunas obras de sus comienzos artísticos, como “Cama Valium” (1998), “Burka” (2002) o “La novia” (2001-2005), en las que predomina el tema de la identidad femenina, un asunto que pervive también en obras posteriores, como “Marilyn” (2011), un par de zapatos de tacón realizados con ollas de acero inoxidable; “A todo vapor” (2012), elaborada con planchas de vapor, o “Call Center” (2014-2016), un gran revólver negro hecho con teléfonos de baquelita que emite una sorprendente sinfonía creada por el compositor Jonas Rona con los timbres de los teléfonos.

Llantas y vasos de whisky
Pero Joana Vasconcelos exhibe también algunas piezas concebidas expresamente para el Museo Guggenheim, como la que da nombre a la exposición, “I’ll Be Your Mirror”, que consiste en una gran máscara veneciana compuesta por espejos de bronce en los que el espectador se refleja, o “Solitario”, un descomunal anillo de compromiso fabricado con llantas doradas de coches de lujo y vasos de whisky de cristal que representan un diamante gigante. Esta última obra se ubica en el exterior del museo, al igual que “Gallo Pop” (2016).

La mujer en los museos
También es de nueva creación una obra de gran tamaño de nombre “Egeria”, concebida en exclusiva para el Atrio del Museo Guggenheim Bilbao y que se añade a la serie “Valquirias”, que es una metáfora de la ocupación de los museos por parte de las mujeres. Con su apariencia bulbosa y tentacular, es uno de los grandes atractivos de esta muestra multicolor y crítica.

Abalorios de cristal y plumas de avestruz
Son obras con una potente carga de significado las que nos muestra esta mujer cuyo estudio, de más de 3.000 metros cuadrados, se halla en Lisboa. Allí, con un equipo de más de 50 colaboradores, elabora sus obras, algunas de las cuales se mueven, emiten sonidos o se iluminan. Son tan complejas que una de ellas ha llegado con retraso al Guggenheim. Se trata de “Lilicoptère”, una pieza con forma de helicóptero dorado, decorada con miles de piezas de Swarovski y cubierta con una gran capa de plumas de avestruz. Todo para poner en jaque los grandes sinsentidos de las sociedades consumistas, postcoloniales y globalizadas.